- El desarraigo vital
Desde el momento en el que Gregor se convierte en un insecto, se está manifestando el desarraigo a la vida, como la conocía. Sus costumbres, su rutina, su espacio son transformados en algo completamente nuevo y desconocido. Las rutinas continúan, las costumbres familiares tratan de seguirse con normalidad y el espacio, no es modificado, sino hasta mucho después de la trasformación de Gregor. Sin embargo, este no reconoce en todo eso, sino algo que le es ajeno. Ya no forma parte de sus antiguas rutinas, ya no participa de la vida familiar y en cuanto al espacio, prefiere uno que se adapte de mejor manera a su nueva anatomía que su antigua y cómoda habitación.
En cuanto al desarraigo afectivo, es algo que sucede paulatinamente en algunos personajes y abruptamente en otros. El padre, es el primero que se desvincula de Gregor al verlo transformado en algo que no reconoce como su hijo. Probablemente, el padre había dejado de reconocer en Gregor a un hijo, desde el momento en que este se convierte en el sostén económico de la familia. Por ello, el verlo convertido en un inútil bicho, rompe los vínculos de familiaridad y gratitud y los transforma en desprecio y asco.
La hermana y la madre, mantienen sus vínculos afectivos un poco más de tiempo. Ambas se preocupan por la alimentación y comodidad de Gregor en este nuevo estado. Sin embargo, conforme la transformación se torna en permanente y se convierte en parte de su realidad la pérdida del hermano (también ellas, sufren la pérdida del soporte económico), los sentimientos de compasión, se tornan en pesadas rutinas y desprecio.
- La industrialización
El culto a la máquina es uno de los temas abordados (y criticados) por un grueso de artistas de principio de siglo. Los futuristas italianos, plasman en sus obras el ajetreo de un mundo industrializado que se mueve a ritmo vertiginoso.
El problema principal, que se plantea en el culto a la máquina, es que el hombre también se convierte en máquina. La concepción del obrero de principios de siglo es la de un hombre que no debe equivocarse, fallar, enfermarse, sentir, ni tener reacciones humanas. Se trata de convertir al hombre en un ser autómata, alienado por completo de su naturaleza humana.
Gregor es recriminado por el jefe del negocio y por los padres por encontrarse indispuesto para cumplir su trabajo.
El peso del “progreso” también se evidencia cuando la familia debe renunciar a sus horas de descanso y esparcimiento y cambiarlo por constante e interminable trabajo que hace menguar la comunicación y calidad de vida familiar.
Los inquilinos que ocupan la casa, producto de la necesidad financiera de la familia, son también ejemplo del capitalismo. Pues quien tiene la capacidad adquisitiva, obtiene el poder y derecho sobre espacios que antes pertenecían a los Samsa, quienes desde el arrendamiento, deben rezagarse a la cocina y privarse del goce de los espacios comunes de la casa.
- Técnicas narrativas
Introspección psicológica: pese a tratarse de un narrador omnisciente y no presentar rasgos del fluir de la conciencia; el autor refleja de manera transparente los sentimientos y pensamientos de los personajes. Se evidencia el temor, la compasión, la tristeza de la familia. Por otro lado, se retrata al personaje principal con todas sus transformaciones. Desde el momento en que debe adaptarse a sus movimientos ya las nuevas partes de su cuerpo; hasta cuando debe adecuarse a la nueva interacción familiar. Los temores, las ansiedades, la angustia y el aislamiento del personaje son transmitidas al lector de manera magistral.
Narración sensorial: Kafka apela a todos los sentidos del lector. Sus descripciones incluyen experiencias olfativas y táctiles. Es fácil para el lector imaginar el aspecto y textura de las paredes de la habitación de Gregor.
Las descripciones que hace sobre las numerosas extremidades del bicho, su manera de comer y el trozo de manzana que se queda pegado a su caparazón luego del percance con el padre; son todas un mensaje que va directo a las experiencias sensoriales del lector.
Lo alegórico: Kafka representa el sentir del hombre de principio de siglo con un bicho. El hombre se convierte en un ser insignificante y prescindible debido al aplastante avance de la industrialización. El aislamiento y el paisaje gris y lluvioso que observa el personaje desde su ventana, son ambos, representaciones de la soledad, la melancolía y la insatisfacción del hombre, productos de un mundo cada vez menos humano.
- El manejo del tiempo
La temporalidad, en este relato en particular, se maneja de manera lineal. Esto hace que su lectura sea menos compleja que la de otros relatos kafkianos, en donde la temporalidad pareciera no importar al autor y la trasgrede u obvia en su proceso creativo.
El tiempo, es planteado en este relato, como una concepción eminentemente humana. Mientras Gregor, aun se considera humano, pues recién ha sucedido la metamorfosis, el tiempo es algo que le preocupa. “ya son las siete […] antes de que suenen las siete y cuarto tengo que haber abandonado la cama del todo”
Sin embargo, conforme Gregor abandona su humanidad y adopta su identidad de bicho, el tiempo es algo que deja de ocuparle.
Es necesario hacer énfasis en que a Gregor deja de importarle el concepto del tiempo, mas no así al narrador quien constantemente hace referencias a este “transcurrió un corto tiempo”, “la herida tardó un mes en sanar” “un mes después de la transformación…”. El autor refleja de esta manera cómo el tiempo continúa transcurriendo con su vertiginoso ritmo y como las demandas del mundo capitalizado no cesan.
Por tanto, considero que es posible establecer cierto paralelismo con Joyce, quien realiza un relato sumamente extenso sobre un día de la vida de un hombre. En ambos casos, tanto en la Metamorfosis como en Ulysses, el narrador se detiene a observar los detalles y pensamientos del protagonista, como aislándose momentáneamente del ajetreado mundo que les rodea.
1 respuesta en “Análisis de la novela La metamorfosis de Franz Kafka”
Creo que la base de todo está situada en la SOLEDAD comienza existencial y termina en la soledad de él mismo con él mismo, creyéndose que es in un insecto. Es decir dos SOLEDADES, con respecto a la sociedad que representa el contexto donde se haya y él mismo cómo poco a poco PERCIBE que es un insecto- para mi se suicida POR AMBAS SOLEDADES la social es terrible porque empieza y acaba en la familia DÁNDOLA CON SU MUERTE LA LIBERTADL Sin duda es el desarrollo del AISLAMIENTO, producto de la Guerra y el poder, en éste libro y en la familia como CONTEXTO y en el poco a poco que él va adquiriendo la horrible PERCEPCIÓN por el contexto que se lo va indicando. Creo que es la mayor de las realidades en expresión de brutalidad social, como desde afuera al HOMBRE se le puede volver loco. HACIENDO DE ÉL SU IMAGEN DE indefenso. Creo que una de las novelas grandiosa de cómo EL AMBIENTE PUEDE FAVORECER O ENLOQUECER A LA PERSONA pues somos psicobiosocialcultural. Un saludo Dra. Oñate Maruxa Oñate Español Dra. en Psicología Clínica Nº de colegiada M 1407 Creo que Freud el del 20 ya inicia la importancia del Ambiente, y sigo creyendo que el grande fue EY psiquiatra donde al Ambiente le da un valor inmenso a favor o encontrar, Mi opinión es que es terrible que seamos PSICOBIO /y SOCIALCULTURAL y se pueda cargar al ser humano el ambiente sin que hagamos nada por evitarlo, es, como nacer con posibilidades de indefension ante el ambiente. Lo vemos en Ferenchi, en Winnicott en la mayoría de las escuelas inglesas de RELACIÓN DE OBJETO, Ante tanto desastre. Mi tesis central EN EL AISLAMIENTO pone al descubirto cómo el mismo puede llevar al alejamiento de la realidad. La sociedad tendremos que hacer algo para que no se venga abajo el ser humanos porque la sociedad lo quiera, y a la vez, yo cuestiono cómo el ambiente está siendo solo como una justificación, un entendimiento o una comprensión. Tendremos que hacer algo porque no movemos lo que es primordial para que no suceda de nuevo las cosas. Dejo un poema de raíz en libro de la metamorfosis:
A KAFKA, POR LOS BUENOS MOMENTOS QUE ME HA DADO. Desde una mesa de funcionario llegó a las profundidades del alma humana
¡YO NO SOY SUMISA!
No lo soy, no soy sumisa, mas
leyendo a Kafka, sentía tanto dolor
por Samsa, tanta aflicción,
de verle morir entre la arena del
desierto de amor,
entre la mar…
Como naufrago ¡Vivir!
Hubo un recuerdo,
yo sí, quizás, tú también…
Mientras lloraba yo pensé, quizás tú también…
Fueran lágrimas de rabia primero,
de dolor melancólico después.
¡Quién no fuera alguna vez insecto!!
respondí a mi a mi alma, mientras
lágrimas ardientes, resbalaban sobre mi piel.
No eran de emoción, eran
¡De vergüenza!, de remordimiento, de ira y de dolor.
Mientras, yo miraba a Samsa, muriendo en su dolor.
Él no fuera tampoco sumiso, fuera muerto de tanto dolor.
En derredor, no encontró ni un consuelo
ni una palabra perdida de cualquier corazón.
¡Samsa! Qué hicieron de ti, que a cambio les diste
tú a ellos ¡la libertad de Vivir! Vivir
negando su presencia de Sayones,
mientras tú sumiso, morías sin serlo para ti.
tu libertad fue el dejar de existir.
Tu esencia, por ella lloro, no por mi.
Una vez fuera sumisa ¡necesidad de vivir!
Hoy, entre tú y yo comprendo; tu vivir y el mío.
Desde ambos, digo con orgullo, buscando un camino
siempre, por el que pueda yo ¡Decidir…!
Puedo dar amor, amistad, simpatía, fraternidad,
solidaridad, compañía, lealtad y lo que haga sonreír
a otro, al de enfrente, al de al lado o al del porvenir.
Mas yo no soy sumisa, aunque sí ¡Una vez lo fui!!
Comprendiéndote Samsa, ¡Preclaro lo vi!
Te hicieron sentir insecto, yo ahora
Cuando se me impone algo, rauda digo…
¡Samsa! ¡Ayúdame!
Sin que tenga que morir.
Escuché una voz cercana, que me dijo…
Lo viviste una vez y, otra… Me viviste a mí.
¡Quien se acerca presionando! No merece tu cariño; ¡no lo des!
¡Samsa me daba la fuerza…!! Siguió diciendo, de su vivir a mi vivir…
NI MERECE TU TERNURA NI TUS GANAS DE VIVIR
MARUXA OÑATE ESPAÑOL: